¡Hola a todos! Hoy os traigo una nueva sección que he creado yo misma, y consiste en poner unas cuantas citas de un libro que me haya gustado mucho. Hoy el libro es Obsidian de Jennifer L. Armentrout qué ya sabéis que me encantó y podéis leer la reseña
aquí. Espero que os guste está sección y que me dejeís vuestra opinión en los comentarios.
-¿Sabes lo que creo?-dijo con un tono dulce.
Seguíamos parados en aquel sendero, donde solo se oían los cantos de los pájaros. La suave brisa se llevó mis palabras.
-No.
-Siempre he creído que las personas que son hermosas de verdad, por dentro y por fuera, son aquellas que no son conscientes del efecto que tienen en los demás.-Me buscaba con los ojos y,por un instante, nos quedamos el uno frente al otro, quietos.
A Daemon se le dibujó en la cara una media sonrisa, la única advertencia que me dio. Se movió a una velocidad increíble y pronto me encontré de espaldas contra la roca y él, encima de mí.
-¿Me estás preguntando si me atraen las humanas?- dijo. El pelo le caía hacia delante en ondas. Unas gotitas de agua le recorrían los mechones y acababan salpicándome en la mejilla-. ¿O si eres tú la que me atrae?
Y la jugada me salió bien, porque se sentó detrás de mí y volvió a darme su toquecito característico con el boli. Dejé el mío sobre la mesa y me di la vuelta.
-¿Qué?
-En mi casa. Después de clase.
Lesa ahogó un grito con tan poco disimulo que sentí vergüenza ajena.
-Ya tengo planes.
Ladeo la cabeza.
-¿Perdona?
No pude evitar sentir cierta satisfacción al ver su cara de sorpresa.
-He dicho que ya tengo planes.
Se hizo el silencio. Al fin, sacó la artillería pesada y me sonrió. No me desarmó por completo pero casi.
-No tienes ningún plan, que yo sepa.
-¿Lo estás pasando bien con... Ash?
-¿Y tú con tu amiguito el pulpo?
Me mordí el labio.
-Que simpático eres, como siempre.
-Hemos venido los tres juntos: Ash, Adnrew y yo.-Me puso la mano encima de la cadera y yo sentí algo completamente distinto de lo de antes. Sentí un hormigueo por debajo de mi vestido de gasa. Daemon carraspeó y apartó la mirada-. Estás... muy guapa, por cierto. Demasiado para estar con ese idiota.
Me sonroje y bajé la vista.
-¿Te has tomado algo?
-Pues no, la verdad. ¿Por qué me lo preguntas, si puede saberse?
-Porque nunca me dices nada agradable.
-Touché- suspiró.
Me quedé en aquella posición sin poder respirar. Estabamos abrazados en la cama, como si fueramos amantes.
-Pero te gusta, ¿no?
Sonreí burlona y cogi una botella de agua de la encimera.
-Pues no, la verdad.
Ash ladeó la cabeza
-A él sí le gustas
-No le gusto, tú misma lo has dicho antes
-Me equivocaba- cruzó los brazos y me observó con detenimientos-. Despiertas su curiosidad. Eres diferente. Algo nuevo.
-No pienso pasarme hora dando saltos.
-Bueno, pues entonces puedes correr por la casa y subir y bajar escaleras.-Se quedó un momento callado. Su sonrisa se volvió libidinosa cuando nuestros ojos se encontraron-. Y siempre nos queda el sexo. Tengo entendido que consume mucha energía.
-Yo creo que piensas en mí todo el tiempo. Sin parar.
-Estás mal de la cabeza.-Me apreté contra la pared. Casi no podía respirar.
-Seguro que hasta sueñas conmigo.-Bajó la vista hacia mis labios y sentí que se despegaban-. Seguro que escribes mi nombre en tus libretas, una y otra vez, rodeado por un corazoncito.
Me reí.
<<¿Qué estoy haciendo?Si descubren lo que he hecho... Pero no puedo perderla. No puedo. >>
¿Qué os parece esta sección?
¿Os han gustado las citas de Obsidian?